Cuando compramos un 0KM pedimos presupuestos a varias empresas por medio de Whatsapp, llamamos o por mail con el fin de comparar precios, cuál es la atención que nos brindan, ver qué vehículo es mejor para nosotros, etc. Pero, ¿sabemos leer un presupuesto correctamente? ¿Cómo nos aseguramos que no nos cobren un gasto “adicional” después de aceptar un presupuesto? ¿Qué tenemos que saber entonces para determinar si un presupuesto está completo?
Lo que más nos interesa es el precio del vehículo. Es lo principal que estamos preguntando. Pero puede que no sea el valor que terminemos pagando. Además del precio de la unidad, tenemos que tener en cuenta los gastos adicionales.
¿Cuáles son estos gastos?
Patentamiento del 0km
Es el primer gasto adicional que se nos viene a la mente a la hora de comprar un 0KM. Corresponde al trámite para dar de alta a un auto en el registro automotor. Es algo así como una partida de nacimiento. Generalmente lo gestiona la concesionaria, en otras oportunidades (y dependiendo del negocio que se haga) lo puede hacer el comprador
Fletes y formularios
Representan los costos de traslado de la unidad, desde el puerto o fábrica hasta la concesionaria; y los costos de los formularios y los servicios administrativos pertinentes para preparar la documentación del 0KM. Por lo general este costo se incluye en el precio del vehículo, se puede discriminar o no.
Si hacemos una compra por contado, no vamos a tener otros gastos que no sean Precio + Patentamiento + Fletes y Formularios. Hay muchas empresas que cobran un “gasto de entrega”; este tiende a encubrir otro costo como puede ser parte del precio, fletes y formularios, etc.
Costo por Otorgamiento del Crédito o Quebranto.
En el caso de que ingresemos a una línea de financiamiento, podemos tener otro gasto (dependiendo del crédito y la financiera) que es el Costo por Otorgamiento del Crédito o Quebranto. Este es un gasto financiero que se paga al contado cuando cancelamos el vehículo y que cobra la financiera en función al valor que queramos financiar. Corresponde a un porcentaje de este valor a financiar, por lo cual puede variar, a diferencia del valor de Fletes y Formularios que suele ser fijo.
Presupuestos: factura cerrada o abierta
Tenemos que asegurarnos también el plazo de los valores y de los presupuestos. Hay dos tipos de presupuesto, el más común es con factura cerrada, en el cual el precio no sufre modificaciones mientras esté vigente el presupuesto. El otro es con factura abierta. Puede haber dos tipos de presupuesto con factura abierta. Uno es por medio del canal Corporativo o Ventas Corporativas. En este caso la factura es emitida por la fábrica ya que es una compra directa y tiene generalmente un plazo de 60/90 días, por lo cual los valores tienden a cambiar; la alternativa es tener una factura abierta emitida por la concesionaria, en la cual, por un faltante de stock o problema similar, se haga un presupuesto de referencia de esta manera, que se cierra cuando se facturen las unidades. Para todos los casos de factura abierta, hay que tener consideración por el impuesto al lujo, el cual aplica para todos los vehículos que superen los $2.500.000. Si nuestro presupuesto tiene un precio cercano a este valor, es probable que si se hace a factura abierta, cuando tengamos el presupuesto definitivo venga con este impuesto gravado.
Entonces si hacemos una compra tomando un crédito, la entrega en dinero que debemos hacer en este caso tiene que ser igual al Precio + Fletes y Formularios + Quebranto – Valor a financiar.
¿Cuáles son los gastos por gestión del usado?
En caso que se entregue un vehículo usado como parte del pago, puede que la concesionaria cobre un valor por la gestión del usado o bien puede hacerlo el comprador.
Corresponden VTV, grabado de autopartes, grabado de cristales, oblea y tubos habilitados en caso que tenga GNC, formulario 08, informe de dominio, verificación policial y patente. Un dato no menor a tener en cuenta es hacia dónde se transfiere el usado que entregamos como parte del pago. Hay que tener cuidado de entregar un vehículo y que no quede a nuestro nombre.