Aunque nos pueda parecer increíble, nosotros mismos podemos reducir el consumo de nuestro vehículo, el motivo es muy sencillo, quien conduce somos nosotros y el vehículo simplemente obedece nuestras órdenes.
Hoy en día, existen algunas normas básicas que te permitirán gastar menos y que no son difíciles de aplicar, es por ello que podés ahorrar en combustible si practicás una conducción eficiente. En este sentido, los consejos que te vamos a proponer te resultarán de gran utilidad.
Adoptar una actitud previsora no solamente repercutirá en tu bolsillo como mencionábamos anteriormente, sino que también reducirás los riesgos de sufrir percances en la ruta. Ahora bien, con estos trucos para ahorrar combustible no tardarás en notar que tu economía está cada vez más desahogada y si es importante tomar ciertas medidas antes de iniciar la marcha, también debés saber cómo ahorrar combustible al conducir interiorizando una serie de buenas prácticas al volante.
Planificá tu viaje
Si organizas bien tu ruta vas a llegar a tu destino de manera rápida y segura. Tené en cuenta que un viaje de una hora que se alarga 10 minutos puede hacerte consumir hasta un 14 % más de combustible.
Si estás haciendo mandados, intenta hacer lo máximo en el mismo viaje. Un motor frío utiliza más combustible que uno caliente, así que es más eficiente hacer un viaje más largo en el que se cumplan más tareas en lugar de varios viajes distintos.
Hacé el mantenimiento del vehículo
Otro de los consejos para ahorrar combustible, es que vigiles siempre la presión de los neumáticos. Seguí las indicaciones de los fabricantes y adaptate a las condiciones climatológicas. Mantener bien tu auto hará que sea más eficiente en el consumo de combustible.
El motivo es que si las llantas no tienen la presión adecuada, aumenta la fricción durante el movimiento del auto, lo que hace a su vez es que aumente el consumo.
Otras cosas que debes revisar son el filtro de aceite, el filtro de combustible y el filtro de aire. El filtro de aire es uno de los elementos con más influencia directa en el consumo del motor, al menos en lo que al mantenimiento se refiere. Es el que se encarga de que el aire que entra en la admisión del motor este limpio. Este proceso de filtrado acaba obstruyéndolo con los kilómetros, y de hecho, es recomendable su sustitución cada 30.000 km. Así el motor respirará más libremente y además de reducir su consumo de combustible, empujará con más fuerza.
El filtro de aire no es el único elemento de tu mecánica que necesita ser vigilado. No conviene descuidar el estado de las bujías, los filtros de combustible, entre otros. Realizá los cambios de aceite cuando el fabricante lo recomienda. Un aceite limpio y reluciente siempre es más beneficioso para tu motor que un aceite que tendría que haberse cambiado hace 5.000km, sucio y cargado de residuos de la combustión. Solo si la salud de tu motor es óptima lograrás que te ofrezca los mejores consumos y prestaciones.
Reducí el volumen y el reparto de la carga
Procura no llevar en el maletero más cosas de las que necesitás, sobre todo si utilizás tu vehículo a diario. Un sobrepeso innecesario en un vehículo de tamaño medio puede provocar que el consumo se incremente en torno a un 6 %.
Cómo arrancar y empezar a circular
Es fundamental que no pises el acelerador al arrancar y si tu coche tiene un motor diésel, esperá unos segundos para empezar a circular. Recordá que la primera marcha solo es para el inicio, así que cambiala a los dos segundos o después de avanzar seis metros. Aumentá la velocidad de forma progresiva y evitá acelerones bruscos. Pensá que subir 20 kilómetros por hora en cinco segundos puede hacer que ahorres hasta un 11 % de gasoil.
Mantené una velocidad uniforme
La velocidad es enemiga del consumo. Cuanto más rápido circules, más combustible gastará tu vehículo. Buscando una fluidez en la conducción y procurando ir siempre a la misma velocidad en la medida de lo posible, también ayudás en este proceso. Evitá frenar o pisar mucho el acelerador. Un dato que les puede resultar interesante a ustedes los lectores, es que conducir a partir de los 20 kilómetros por hora con una misma marcha y sin acelerar hace que el consumo sea prácticamente nulo. Este es quizá uno de los aspectos más importantes, “revisar es la forma cómo manejás”.
No abuses de los frenos
Es preferible que sueltes el acelerador cuando tengas que reducir la marcha antes que abuses del freno. La anticipación lo es todo en la conducción eficiente. Podés reducir el gasto hasta un 2 % si te acostumbrás a hacer esto. Para ello, es fundamental que respetes siempre la distancia de seguridad recomendada.
Por ejemplo, si un semáforo se ha puesto en rojo a doscientos metros o un camión de reparto está bloqueando la calle, desacelerá suavemente, no sigas acelerando para dar un frenazo a escasos metros de la senda peatonal, no ahorrarás ni un solo segundo y desgastarás tu coche de forma acelerada.
Apagá el motor en las paradas largas
Mantener el motor inactivo produce un gasto absolutamente innecesario. Apagalo durante las paradas largas. Un coche encendido con el motor en punto muerto y con el aire acondicionado apagado, consume 0,13 litros a los 100 kilómetros.
Evitá revolucionar el motor en exceso
Para ahorrar combustible debés procurar ir siempre en bajas revoluciones. No solo conduciendo más lentamente se ahorra combustible, se puede ahorrar aún más combustible conduciendo de forma suave. Evita los acelerones, y evita revolucionar el motor en exceso. Si estás circulando por ciudad, tus pastillas de freno y tus pasajeros también te lo van a agradecer. Te sugerimos que aceleres de forma gradual y anticipes tu conducción al entorno y al tráfico.
Usá adecuadamente el aire acondicionado
Lo recomendable es que en ciudad abras la ventanilla y que en ruta a altas velocidades, utilices el aire acondicionado y lleves completamente cerrados los cristales. De lo contrario, afectaría a la aerodinámica del vehículo provocando un sobreesfuerzo del motor y, por lo tanto, el consumo sería mayor.
¿Son recomendables los productos para ahorrar combustible?
Te aconsejamos que desconfíes de los numerosos anuncios que se publican para ahorrar combustible y que ofrecen resultados milagrosos. Lo más recomendable es seguir las pautas que indican los fabricantes.
Es cierto que hay firmas que cuentan con aditivos para combustibles que realmente mejoran el rendimiento del motor, principalmente porque contribuyen a mantener las propiedades del carburante cuando está almacenado y el vehículo se encuentra parado. También sirven para mejorar la combustión. Pero, en este sentido, tené mucho cuidado y apostá siempre por las primeras marcas.